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18.8.10

Los Chackras

I

La palabra chakra proviene del sánscrito y se traduce como rueda, por referirse a las ruedas de energía del cuerpo etéreo que da vida a una parte de nuestro cuerpo físico.


Chakras y Meditación

La energía que actúa detrás de nuestro cuerpo físico se desenvuelve dentro de un sistema muy perfecto. Dentro de cada ser existe una inmensa red de nervios que interpretan todo lo que acontece en el mundo exterior, es decir en el mundo físico formado por :

Nuestro cuerpo energético, nuestros centros son los chakras y los 3 canales energéticos los nadis (ida, pingala y sushumna) , todos ellos cuidan de nuestro ser físico, espiritual, intelectual y emocional.

Los chakras son los puntos energéticos que gobiernan nuestro cuerpo físico al propio tiempo que regulan la absorción y salida de la energía.

Cuando un chakra se desarrolla a través de nuestro trabajo con él, pasa de un estado de latencia a un estado de actividad que será más o menos grande según lo que lo hayamos desarrollado.

Toda nuestra negatividad como podrían ser el odio, los nervios, el estrés, la envidia, el orgullo, los apegos a las cosas materiales, etc., bloquean el funcionamiento normal de los chakras o centros energéticos y a su vez por esta razón se bloquea también el buen funcionamiento de todo nuestro organismo, por lo que surgen la mayoría de las enfermedades que conocemos tanto a nivel físico como psíquico.

Para que el equilibrio o desbloqueo de los chakras se produzca hay que poner en funcionamiento óptimo el flujo de energía que por ellos circula con el fin de abrirlos al máximo y que estos nos ayuden a mantenernos sanos de mente, cuerpo y espíritu.

Cada chakra tiene varias cualidades espirituales. Estas cualidades residen en nosotros en estado potencial, y aunque nunca se haya manifestado su potencialidad de poder despertar, no pueden dejar de funcionar en el momento que intentemos abrirlos con nuestra atención y ejercicios para despertarlos.

Cuando la energía Kundalini se despierta con nuestro trabajo interior estas cualidades comienzan a aflorar en nuestra vida haciendo que todo lo que nos rodea ser positivo y que nuestras relaciones sean óptimas. De esta forma aumenta nuestro dinamismo, nuestra creatividad, nuestro amor al prójimo, nuestra compasividad, y nuestra confianza en nosotros mismos. Es un proceso que comienza su desarrollo cuando la energía Kundalini asciende y alimenta nuestros chakras.


 II

Son 7 los chakras más importantes en los que debemos prestar nuestra total atención y dedicarles un contínuo trabajo:


- El chakra radical o básico, conocido como Muladhara chakra, situado entre el ano y los genitales, debajo del hueso sacro y que está relacionado con la perpetuación del ser humano y con la supervivencia. En él reside la energía Kundalini enroscada en forma de serpiente y su aspecto más importante es la inocencia, una cualidad que nos conduce a experimentar la pureza. La inocencia nos atrae hacia lo limpio, transparente y hermoso y nos previene contra lo destructivo de nuestra conducta, procurándonos un perfecto equilibrio emocional.

La inocencia, la humildad y la sencillez nos convierten en personas con un gran magnetismo cuya belleza interior es nítida y loable. La combinación de estas tres cualidades dan como fruto el desarrollo de una gran sabiduría intuitiva que nos permite conseguir los propósitos más elevados. Estas cualidades que existen dentro de los seres humanos está esperando que despierte la energía Kundalini para manifestar la belleza de nuestra más pura inocencia.

- El chakra sacro o del bazo, conocido también como Swadhistana chakra, situado por debajo del ombligo, a la altura del bazo, sobre el pubis es el que está relacionado con la procreación y la percepción de las emociones. En este centro se encuentra también nuestra capacidad de concentración y de atención estable. En el plano físico cuida de la parte baja del hígado, de los riñones y de la parte baja del abdomen.


Este es también el chakra del conocimiento puro, de la creatividad y de la atención. Este chakra nos conecta con la fuente interna de la inspiración y nos permite relacionarnos con la belleza del mundo exterior, es decir con todo lo creado. El conocimiento que este chakra nos otorga no es a nivel mental, sino que es nos da la percepción absoluta y directa de toda la realidad.

- El chakra del plexo solar, conocido también como Manipura chakra, situado a la altura del ombligo y que está relacionado con el control de la individualidad y la intuición.

Es también el chakra que nos da el sentido completo de satisfacción. Este centro se ocupa de aumentar nuestra generosidad y nuestra paz interior, y al propio tiempo se encarga de gobernar de la forma más correcta todo lo material. Cuando por este chakra circula de forma fluida la energía Kundalini se desarrolla un sentido interno de moralidad, dándonos un completo equilibrio en las todas las facetas de nuestra vida, en el camino de la evolución espiritual.

- El chakra del corazón, conocido también como Anahata chakra, situado en el centro del cuerpo a la altura del esternón a nivel del corazón y que está relacionado con el amor y la compasión.

En el Anahata chakra es en donde reside el espíritu de nuestro verdadero ser, desde donde se manifiestan nuestra compasión, nuestro amor, nuestra seguridad y la confianza en nosotros mismos y en donde se desarrolla nuestro sentido de la responsabilidad. Al circular por él la energía Kundalini todos nuestros temores y miedos se se esfuman.

- El chakra de la garganta, conocido también como Vishuddha chakra, situado en el cuello por debajo de la nuez y que está relacionado con el lenguaje y la comunicación.

Este chakra nos alimenta con la energía utilizada para comunicarnos con los nuestros semejantes. Con su buen funcionamiento conseguimos que las relaciones con los demás sean correctas y que podamos expresar las percepciones de nuestro chakra del corazón.

El Vishuddha chakra se bloquea cuando tenemos sentimientos de culpabilidad o cuando culpamos a otros.

- El chakra del entrecejo, conocido también como tercer ojo o Ajna chakra, situado entre las cejas y que está relacionado con la telepatía, la clarividencia, la inteligencia y la sabiduría.

Este centro se encarga del perdón y de convertir nuestra conciencia mental pensante en conciencia espiritual, consciencia que nos sitúa en una cuarta dimensión.

Cuando este chakra permanece desbloqueado podemos entender el verdadero significado del perdón al igual que nos permite ser conscientes del daño que nos hace el rencor y el odio, permitiéndonos así vivir en un estado de paz, armonía y amor, estado a los que todos aspiramos desde nuestro espíritu.

- El chakra de la corona, conocido también como Sahasrara chakra, situado en la coronilla (parte posterior superior de la cabeza) y que está relacionado con el conocimiento puro de la verdad.

En este chakra confluyen los seis chakras restantes, anteriormente citados, con todas sus cualidades.

En el Sahasrara chakra se integran todos los aspectos del ser y su desbloqueo nos conduce a la supresión de las dualidades, causa principal de nuestro sufrimiento.

Para llegar a un nivel elevado de conciencia sólo podremos conseguirlo haciendo circular nuestra energía Kundalini a atraves de todos los chakras .

La tradición yóguica del tantra afirma que existe un energía ilimitada situada en el sistema nervioso central y localizada en la columna vertebral de nuestro cuerpo. Si ésta energía se libera, fluye hacia arriba y hacia abajo, a lo largo de las vértebras. Al circular , pasa por los siete centros de energía, los chakras, que son los que gobiernan las diferentes funciones de nuestro cuerpo. Los chakras, son nudos de la energía concentrada a través de los cuales el alma conecta con el cuerpo.

Con el yoga y las técnicas de meditación adecuadas, la energía que se halla centrada en la base de la espina (energía kundalini) puede estimularse hasta que ascienda por cada chakra a través de un canal central, disolviendo los nudos que sujetan el alma.

En una persona que no practique la apertura de los chakras, estos siete centros de energía están cerrados, y solo liberan una cantidad minúscula de corriente vibracional necesaria para seguir funcionando. La persona queda cerrada dentro de sí misma y ve el exterior del mundo desde una perspectiva bastante limitada. Cuando se abren estos centros, se puede ver con una visión mucho más ilimitada.

Cuando los siete chakras están abiertos, se experimenta una extraordinaria sensación de júbilo. Uno siente que irradia desde dentro, y se es capaz de manifestar todo lo que desea en la vida.


III
Todos somos básicamente una gran energía única.



Cada yo superior está contactada con todos los otros yos superiores. Cada una de las almas vibra en perfecta armonía con las demás. Si no reconocemos esta verdad en este plano terrenal es porque no estamos en contacto con la energía del alma de nuestros yos superiores, pero nuestra misión es llegar a ella, porque no hay otro lugar a donde podamos dirigirnos para alcanzar la paz, el bienestar y la felicidad. La paz exterior se origina en la paz interior y la paz interior procede de la comprensión de que todos somos parte de Dios.

Cada uno de los siete planos de poder de nuestro organismo contiene una única verdad sagrada. Esta verdad sagrada late sin cesar en nuestro interior, invitándonos a vivir de acuerdo con el uso correcto de su poder. Hemos nacido todos con un conocimiento innato de esas siete verdades que están presentes en nuestro sistema energético. Ignorar estas verdades debilita el cuerpo y el espíritu, mientras que aceptarlas aumenta la fuerza del espíritu y del cuerpo físico.

Los chakras juegan un papel importante en el camino de nuestra evolución, pues nos comunican el poder que ejercemos cuando actuamos y nos relacionamos con todo lo creado. 
 En un primer nivel, aprenderemos a manejarnos con una identidad de grupo y con el poder que nos viene de la familia; en otros niveles aprenderemos a individualizarnos y a manejar el poder como lo hacen los adultos. Posteriormente aprenderemos a controlar nuestra mente, nuestros pensamientos y a nuestro espíritu.

Con cada decisión que tomamos, ya sea motivada por la fe o por el miedo, estamos dirigiendo a nuestro espíritu. Cuando el espíritu de una persona es impulsado por el miedo, el miedo regresa a su campo energético y a su cuerpo. Si por el contrario el espíritu está dirigido por la fe, el fruto regresa a su campo energético y entonces el organismo biológico se desarrolla bien y avanza positivamente.

Las tradiciones sostienen que dejar suelto el espíritu en este mundo físico por negatividad o miedo es una acto desleal, se antepone la voluntad personal a la voluntad suprema. Los actos realizados según la conciencia crean karma positivo; los actos de temor o negatividad crean karma negativo, en cuyo caso uno necesita salvar a su espíritu de ese miedo que motivó el acto negativo. Uno hace volver a su espíritu del camino equivocado al camino correcto.

Para mantenernos sanos de cuerpo y espíritu, hemos de entender cómo se relacionan la materia y el espíritu, qué nos quita el espíritu, o fuerza vital, del cuerpo, y cómo podemos rescatarlo de los miedos, la rabia y los encadenamientos del pasado. La acción de encadenarse o agarrarse a algo por temor hace que nuestro espíritu abandone el campo energético. La energía que da vida al cuerpo y a la mente no se origina en el ADN, sino que nace de la propia Divinidad.

En las tradiciones espirituales hay tres verdades que deberíamos considerar:

1.- Orientar mal el poder del espíritu personal genera consecuencias para el cuerpo y la vida.

2.- Todo ser humano se encuentra con una serie de dificultades que ponen a prueba su lealtad para con el cielo. Estas pruebas se presentan en forma de desintegración de su base de poder físico: la inevitable pérdida de riqueza, familia, salud o poder mundano. La pérdida activa una crisis de fe, que obligará a preguntarse: "¿En qué o en quién tengo fe?" O: ¿En qué manos he encomendado mi espíritu?"

Aparte de esas pérdidas importantes, lo que desencadena la búsqueda de sentido más profundo y la "ascensión" espiritual suele ser un trastorno físico que produce un cataclismo personal o profesional. Todos tendemos a mirar hacia arriba cuando sentimos que nos falta el suelo bajo los pies.

3.- Para sanar de esa mala dirección de su espíritu, la persona ha de estar dispuesta a actuar para dejar atrás el pasado, limpiar su espíritu y volver al momento presente. "Cree como si fuese cierto ahora" es la instrucción del Libro de Daniel para hacer visualizaciones u orar en el momento presente.



En las tradiciones espirituales, el mundo físico proporciona el aprendizaje a nuestro espíritu a través de nuestros 7 centros nerviosos o chakras y estas serían las lecciones que deberíamos aprender:

1.- Muladhara Chakra (chakra de la energía) "Todos somos uno"

2.- Swadhistana Chakra (chakra de las relaciones) "Respetaos mutuamente"

3.- Manipura Chakra (chakra del poder personal) "Respétate a ti mismo"

4.- Anahata Chakra (chakra del poder emocional) "El amor es poder divino"

5.- Vishuddha Chakra (chakra del poder de la voluntad) "Entrega tu voluntad a la voluntad divina"

6.- Ajna Chakra (chakra de la mente) "Busca solamente la verdad"

7.- Sahasrara Chakra (chakra del espíritu) "Vive en el momento presente".

IV


Nuestro cuerpo energético está formado por: el cuerpo etérico, el cuerpo astral o emocional, el cuerpo mental y el cuerpo causal o espiritual.

El cuerpo espiritual es el que tiene mayor índice de vibración, siguiéndole los cuerpos mental y astral y por último el cuerpo etérico que es el que vibra a menos frecuencia.

El cuerpo etérico posee la misma forma que el cuerpo físico y es el más cercano a éste. Él es el que transporta la fuerza que modela el cuerpo físico y se encarga de las sensaciones y de la creatividad. Al contrario que el cuerpo físico, no puede ser destruido, es más real, más sólido que aquél. Es el que se utiliza para realizar viajes astrales. Cuando morimos, utilizamos el cuerpo etérico, para ir del plano terrenal al mundo de los espíritus.

El cuerpo etérico se forma en el nacimiento del ser y desaparece después de unos días de la muerte física. Éste cuerpo se encarga de absorber la energía del sol hacia el chakra del plexo solar y la energía de la tierra a través del chakra basal. Estas energías que son elaboradas por los chakras y conducidas a través de los nadis se envían al cuerpo físico para mantener equilibradas y vivas las células del organismo. La energía sobrante es eliminada a través de los poros y de los chakras.

El cuerpo astral o emocional es el que administra nuestras emociones, amor, alegría, nuestros sentimientos, nuestro carácter y nuestras cualidades. Se halla alrededor de nuestro cuerpo físico y es como una sustancia nebulosa. El tono de su color dependerá de el desarrollo de las cualidades, el carácter, los sentimientos, las simpatías o antipatías, los apegos, etc.; cuanto más positivo más claro y transparente, cuanto más negativo más oscuro.

El aura de colores irisados que se encuentra alrededor de nuestro cuerpo emocional, y que es de forma ovalada, recoge las emociones y sensaciones del cuerpo emocional y va cambiando los colores según los pensamientos y el estado anímico. El aura o campo energético se manifiesta por encima de la piel, rodea todo el cuerpo y puede llegar a abarcar varios metros. Está formada por muchas capas, tiene distintos colores, formas y diseños. Sus características cambian según sea el estado mental, físico o espiritual de una persona. El aura es el reflejo del ser. En ella se ven reflejadas nuestra alegría o tristeza, nuestra angustia, nuestra soledad, rechazo, amor, odio, etc. Si nuestra actitud y vibración es positiva atraemos a personas con las mismas características o que vibran a la misma frecuencia, si es negativa de igual manera atraemos a seres que están en nuestra misma situación y que nos sirven de espejo para que nos demos cuenta de lo que nosotros mismos estamos reflejando.

El cuerpo mental es también de forma ovalada y su volumen depende de nuestro desarrollo en cuanto a pensamientos, racionalidad, intuición, e ideas. Los colores más o menos vivos del cuerpo mental dependerán también del nivel del desarrollo. La función primordial del cuerpo mental es la de recoger las leyes universales que parten del plano espiritual.

El cuerpo espiritual que tiene la mayor frecuencia de vibración puede ser transportada de forma circular hasta muchos kilómetros de distancia. Se percibe como una sensación de plenitud y amor, inundando al cuerpo etérico, al cuerpo mental y al cuerpo emocional. Esta sensación será más fuerte cuanto más desarrollados y abiertos estén los chakras. Este cuerpo espiritual nos une con lo divino y lo puro. El cuerpo espiritual es nuestra parte divina y es inmortal, él nos ayuda a comprender el sentido de nuestras vidas.

Los nadis (palabra sánscrita que significa tubo), son unos canales que conducen la energía vital o absoluta (el prana).

El plano de la consciencia depende de la frecuencia de la energía vital que puede absorber. Cuanta más energía vital se almacena más desarrollada está la consciencia.

Los tres canales más importantes que conducen la energía vital son: el sushumna, ida y pingala.

La palabra chakra proviene del sánscrito y significa rueda o disco, y se ha descrito como un remolino que gira.

Los chakras son los receptores de de la energía vital y se encargan de transformarla y distribuirla adecuadamente a las diferentes partes del cuerpo físico para su desarrollo y protección. De cada chakra depende una zona concreta de nuestro organismo. También irradian energía hacia el exterior de nuestro cuerpo físico.

Son siete los centros básicos de energía que están localizados en lo que algunos llaman el cuerpo sutil. Es el cuerpo psíquico superpuesto a nuestro cuerpo físico, o sea que sería la parte más espiritual de nuestro ser. Lo percibimos a través de nuestros sentimientos y nuestros pensamientos.

Se dice que estos son centros vitales y energéticos de nuestro organismo, que el Yoga Tantra los denomina chakras y que entran en resonancia con las vibraciones energéticas que nos rodean, con los planetas, los sonidos y los colores.

Estos centros son las puertas de acceso entre distintas dimensiones y cada uno de los chakras presenta su propia dimensión. La suma de todos los chakras forman en nuestro cuerpo una columna vertebral a la que en sánscrito se la llama sushumna. Esta columna en un canal central que conecta a todos los chakras y sus diversas dimensiones.

El Sushumna, se encarga de transportar las energías psíquicas desde su origen, consciencia pura de la Divinidad, al consumidor, que es el individuo mental y físico.

Los chakras guardan correspondencia física con los ganglios nerviosos, donde se registra una intensa actividad, y también con las glándulas del sistema endocrino.

Los efectos de los chakras sobre el cuerpo físico son muy intensos.

La configuración y el contenido de los chakras se forman, en mayor parte, por los actos repetidos en nuestra vida cotidiana, ya que somos nosotros mismos el punto central de nuestras acciones. Las pautas contenidas en los chakras se perpetuan mediante la interrelación con el mundo externo.

Los chakras se asocian con siete niveles básicos de la consciencia. Cuando se experimenta la apertura de un chakra se entra en la comprensión del estado de consciencia que se asocia a él.


Los siete chakras constituyen las componentes principales de nuestra consciencia.

Existen además otros chakras menores con respecto al cuerpo físico, correspondientes a los codos, rodillas, hombros, etc.

Los chakras pueden estar abiertos, cerrados o en un estado intermedio. Cada uno de estos estados pueden ser los aspectos básicos de nuestra personalidad durante la mayor parte de nuestra vida, o variar en función de las situaciones en las que nos vayamos encontrando.


El chakra enfermo "bloqueado", es incapaz de cambiar de estado con rapidez; es entonces cuando uno debe intervenir en su curación, averiguando cual es la causa del bloqueo y tratar de eliminarlo. Un bloqueo en el funcionamiento de cualquier chakra, puede afectar a la actividad y buen funcionamiento del resto.

Existen ejercicios físicos y otros métodos para facilitar la apertura de cada uno de estos siete centros.

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