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21.8.10

Piel Roja


Piel Roja-- sort of a memorial


El 'Pielroja', nacido en Medellín, tuvo como antecedente las marcas 'Victoria', que traía láminas coleccionables, y 'Pierrot'. Desde su creación en 1919, la tabacalera se propuso fomentar el cultivo de tabaco negro en Santander, región agreste del nordeste colombiano, que desde el siglo XIX producía los mejores tabacos del país.

Al principio se usaban tabacos turcos negros y amarillos, que luego se reemplazaron por oscuros de Kentucky (EEUU) y negros de Santander.
El tradicional cigarrillo colombiano también marcó un hito en la publicidad de revistas y periódicos y fue pionero en publicidad con modelos femeninas, que representaban el ideal de belleza joven de cada época.

El indio fue una creación de Ricardo Rendón, considerado el caricaturista más importante en la historia local.

Y los eslóganes hicieron carrera hace medio siglo y buscaron entrar al nicho de consumidores exclusivos con 'Dése el lujo de fumar'; o aludir al orgullo nacional: 'Saben mejor y son colombianos' o simplemente 'Encienda un Pielroja'.
También se utilizó entonces para acercar a las mujeres a una costumbre como la de fumar, que no era propia de su sexo, con frases como "ellas también lo prefieren".

Icono nacional

Fumar 'Pielroja' acompaña todo un estilo de vida y la cajetilla del indio aún es frecuente entre estudiantes o intelectuales, aunque también los cigarrillos eran populares entre la gente con pocos recursos económicos.


Fumadores famosos de 'Pielroja' fueron los ex presidentes Alberto y Carlos Lleras y Belisario Betancur -antes de ser mandatarios-, el pintor Alejandro Obregón, los poetas León de Greiff y Gonzalo Arango, los escritores Gabriel García Márquez y Manuel Mejía Vallejo y en tiempos actuales el periodista y escritor Antonio Caballero.

Y el producto se conoce entre el público, especialmente el joven, como "tira flechas", "rompe pechos" o "Red skin" (piel roja en inglés).
Los directivos de la empresa recuerdan que, cuando la gente viajaba a Medellín en avión, se daba cuenta de que se aproximaba el aterrizaje en la capital de la región de Antioquia porque veían el dibujo del indio pintado en la planta de la tabacalera.
Además, los que iban a las fiestas, una vez se pasaban de tragos, ofrecían cambiar la cajetilla de cigarrillos norteamericanos, mucho más cara, por unos cuantos "pielrojas".
Pero los pitillos nunca perdieron su esencia popular y no había nada más propio de los campesinos que recoger granos de café con un cigarrillo humeante colgando del labio.

De la fama del cigarrillo surgió el almanaque de cada año, con hojas del calendario para arrancar cada día, en el que aparece de fondo una mujer soltando una bocanada de humo con un cigarrillo en la mano y que se encuentra en las tiendas de todos los pueblos colombianos.
Los directivos de la casa fabricante consideran que a pesar de los cambios de los consumidores, y de que sus fumadores sean ahora una minoría, el 'Pielroja' no desaparecerá y está "vivo y coleando".

http://www.elmundo.es/mundodinero/2007/05/12/economia/1178965299.html

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